En el ámbito de la sanidad se invierte mucho esfuerzo en la lucha contra los virus. Es irónico ver cómo en email marketing el esfuerzo se centra justo en lo contrario, en aumentar ese fenómeno viral.

Para ello utilizamos varios artificios, como el recurso de compartir fácilmente contenido en las redes sociales, integración con Twitter y Facebook, opciones de “enviar a un amigo” y así sucesivamente. Todo para propagarse, o contagiar si prefiere, más rápidamente con el contenido enviado.

Sin embargo debemos centrar nuestra atención un poco menos en la forma de contagio y más en el portador de ese virus, es decir, el contacto que inicialmente recibe el email marketing. Si el contenido enviado no es de su interés, tendrá pocas probabilidades de convertirse en un virus o algo remotamente parecido.

Nunca olvide reflexionar sobre los virus de un profesional del email marketing.