Buenas prácticas de email marketing: ladrones de la publicidad.

Publicado el 28 de diciembre de 2011


El recelo de las personas con la quiebra de la privacidad en internet está quedando cada vez más exacerbado, a medida que nuevas maneras de robos son inventadas y a medida que hasta las webs más fiables a veces parecen dispuestas a divulgar datos personales de las personas dadas de alta por ahí.
El clima llega a ser de paranoia si tenemos en cuenta todas las noticias que salen en las  estadísticas  alertando de los peligros de la falta de privacidad digital. Vea algunos ejemplos en el post de hoy.


Una noticia reciente de la Carta Capital alerta sobre las empresas de TI que trabajan con rastreamiento  de informaciones personales de internautas para gobiernos y grandes corporaciones.  De acuerdo con el texto “hay una empresa multibillonaria secreta que está ofreciendo sistemas que permiten que los gobiernos identifiquen, rastreen y monitoreen a cualquiera a través de sus teléfonos y ordenadores”.
Ya un columnista de la Hoja dedica una de sus columnas a la amenaza del "reparto sin fricción" del Facebook. De acuerdo con la materia subtitulada "El Facebook está contra la alegría", la red social es capaz de desarrollar "aplicaciones capaces de rastrear [...] lo que hacemos fuera de su web".


En materia vinculada en el telediario Periódico Hoy, el telespectador recibe la alerta sobre lo que puede acontecer con un simple descuido en internet: usted puede ser la víctima de un crimen. Dice un delegado entrevistado que “hoy la red social es una forma de entrada para el bandido en su vida”.
Otro telediario, Periódico de la Cultura, avisa sobre las empresas que venden sus bancos de datos a terceros y los peligros que eso puede generar. Ese caso es especialmente relevante para nuestro contexto de email marketing, ya que habla explícitamente de una práctica que condenamos.


En verdad todos esos avisos y alertas nos inspiran respeto, pues muestran el clima de tensión que está creándose en relación al reparto de informaciones en internet.
Nosotros, profesionales que trabajan con el email marketing dependemos del voto de confianza de cada contacto a la hora de darse de alta y todas esas prácticas ilícitas acaban por hacer de ese tipo de actividad algo de riesgo para el internauta.
Más que nunca precisamos defender las buenas prácticas del email marketing y distanciarnos de todo tipo de actividad que lidie con datos personales obtenidos sin permiso. Más que nunca es preciso asegurar sus contactos de sus políticas de privacidad y dar facilidades para darse de baja. Más que nunca es preciso mostrar que el email marketing no forma parte de ese rol de ladrones de la privacidad.