Entre gafes y aciertos: las lecciones del Oscar para el Email Marketing
Publicado el 28 de febrero de 2013La entrega de Oscar es siempre motivo de discusiones, entre los que no concuerdan con las elecciones de la academia hasta cuál de los discursos fue el más emotivo. La última ceremonia levantó varias polémicas y algunas de ellas son buenas lecciones para el e-mail marketing. En este post abordaremos dos de las principales lecciones que deberían ser quitadas en los Oscar de este año.
"Los errores son aceptables desde que son encarados con tranquilidad y buen humor" - la caída de Jennifer Lawrence al subir las escaleras para recibir la estatuilla de mejor actriz podría haber sido la gafe de la noche, pero quedó marcado como más una razón para admirar la joven actriz que al subir en el escenario comenzó su discurso con "Vosotros estáis todos de pie sólo porque sienten que me caí”. En vez de fingir que no hubo caída, ella optó por reírse de sí misma y de la situación.
En el e-mail marketing lo mismo puede ocurrir. Errores, finalmente, ocurren y nadie está a salvo de enviar una newsletter algún día con links quebrados, incompleta o hasta repetida. La manera de lidiar con esos errores es que va a marcar la diferencia entre una gran gafe o un fortalecimiento de la relación con el contacto.
"Intentar conquistar un nuevo público puede significar alienar una audiencia que ya era fiel para comienzo de historia" - la elección de Seth Macfarlane como anfitrión de la ceremonia tenía como fin conquistar un nuevo público que generalmente no presta mucha atención a los Oscar: el público joven masculino. La semana anterior a los premios, los medios hablaban "Por fin en los Oscar los hombres podrán disfrutar!". El problema es que se la idea era conquistar el público joven masculino, la realidad de la ceremonia, con varias bromas consideradas machistas, acabó alienando una parte del público femenino que consideró el tono del anfitrión ofensivo.
En el contexto del e-mail marketing estamos siempre buscando atraer nuevos perfiles de contactos y clientes, siempre a la busca de más y más diversificación para las listas de envíos. La lección aquí es que al intentar buscar esa diversificación, es preciso tener cuidado para no alienar los clientes que ya están en su lista. Un ejemplo reciente de ese descuido fue el caso de la marca de cuchillas de afeitar que intentando arrebatar un nuevo nicho de mercado, el de hombres que quieren tener la piel lisa y tener el pecho raspado, acabó despertando la ira de varios clientes en las redes sociales.
Lo bueno de los Oscar, y del e-mail marketing, es que es periódico. Es decir, hay siempre una próxima edición, de la ceremonia o de su newsletter, para intentar reparar los errores de la última.