El secreto para el éxito de una empresa está en la adopción de metas realistas, a corto, mediano y largo plazo. ¿Es un plazo muy corto? Seguramente, pero se puede hacer factible si las metas intermedias se establecen y emplean con una disciplina adecuada en busca de su cumplimiento.

No basta con crear una meta genérica para su nogocio, como "construir un estadio en 31 meses" o "aumentar las tasas de respuestas de mi newsletter". Es importante establecer un plan de metas detalladas y que establezcan puntos específicos de éxitos o fracasos en su estrategia, como "niveles terminados hasta la fecha". 

En email marketing puede hacer eso dividiendo su estrategia en diferentes objetivos, trabajando con metas separadas en relación al número de contactos, aperturas, clics y segmentando en tipos de interacciones a lo largo de un cierto período de tiempo. También puede trabajar con tasas de respuesta y ROI, por ejemplo. Todo depende de lo que planee lograr con su email marketing, cómo y en cuánto tiempo pretende conseguirlo. ¡Buena suerte y buenas metas!