Se habla mucho de segmentación del email marketing para aumentar las tasas de retorno y la relación con los contactos. ¿Por qué tanta énfasis en la segmentación? Porque funciona. Y funciona porque en vez de distribuir contenido aleatoriamente a personas desconocidas,  envía contenido para personas que tienen interés en ese contenido.

En resumen, la segmentación traduce perfectamente la idea que hay detrás del email marketing. Vea a continuación un ejemplo práctico de una técnica de divulgación que no utiliza esos principios: la distribución de flyers en las calles.

En las calles movidas de las grandes ciudades esa es una manera común de propaganda. En esquinas, semáforos y puntos de encuentro somos abordados y recibimos decenas de impresos con propagandas y ofertas impredecibles de todos los tipos: desde apartamentos en la zona a comidas con sobremesa a precio popular. No hay discriminación entre esos dos públicos, ambos reciben los mismos flyers.

La práctica de distribución de flyers podría ser comparada al envío masivo de emails para destinatarios desconocidos y que no tienen conocimiento previo del contenido de los emails. En otras palabras: spam. En el caso del flyer, no hay una segmentación, todos los que pasan reciben uno.

Si  envía emails a quien no conoce o a quien nunca tuvo ningún histórico de interacción con su empresa está corriendo ese riesgo. Puede estar haciendo propaganda de comida popular a quien está interesado en el apartamento en la zona, o viceversa. Peor que eso, muy probablemente va a acabar con el mismo destino que la mayoría de los flyers del mundo: en la papelera.